Los vecinos del Barrio San Mateo, quienes hemos declarado nuestro barrio como patrimonio histórico de todos los puertorriqueños, llevamos a los visitantes a una excursión quiada de nuestro barrio. Nos inspira e ilustra el camino la siguiente evaluación arquitectónica de Jorge Ortíz Colom, arquitecto experto en patrimonio histórico, quien en su tiempo personal ha dedicado largas horas a evaluar y presentar el siguiente detalle de algunas de las estructuras del Barrio San Mateo.
Casa vernácula de madera de alrededor de 1915, presenta una planta rectangular con techo de dos aguas y balcón corrido a lo largo de la calle. No guarda patio frontal y los residentes mantienen privacidad y jerarquía con respecto a la calle por la elevación de la misma alrededor de tres pies. Entre los detalles significativos visibles están el uso de balaustres de diseño tradicional moldeados en hormigón, detalle muy típico de la época de su construcción, y el ventilador arriba, en el frontón del techo, con su empersianado fijo en madera. Como muchas otras casas de su época, uno de los dos lados de la casa incluye los espacios públicos (sala/comedor/cocina), el otro – lado derecho – las habitaciones para dormir.
Edificio en esquina de Ponce de Leon y Antonsanti
Aunque alterado con la adición de dos niveles adicionales, este edificio comercial en hormigón armado de alrededor de 1925 incluye detalles neoclásicos sencillos, propios de la época en que se levantó, y el uso de múltiples puertas a la calle para amenizar la vida de ésta última. Una característica especial es el tratamiento de la esquina con un corte en ángulo conocido como chaflán, el cual convierte la condición de esquina en un espacio con personalidad propia y a la vez facilita el flujo de peatones y vehículos que doblan la misma. Este tipo de tratamiento es muy común en lugares como Ponce en Puerto Rico y en muchas ciudades de Latinoamerica y Europa. Los dos niveles superiores al menos no desentonan grandemente con la porción original del edificio.
Casa de don Meinardo Cabrera, calle Antonsanti 1505
Casa residencial de estilo art-deco y construida alrededor de 1940, levantada de la calle para dar privacidad a los residentes. Además de sus elegantes proporciones, destácase la conservación de un antepecho - puerta con reja o baranda haciendo las veces de ventana en la parte alta de una pared. Los antepechos son comunes desde nuestra tradición colonial y tenían la virtud de facilitar la ventilación óptima cruzada del interior en un tiempo en que aún eran escasos o inexistentes los medios mecánicos de movimiento o enfriamiento de aire. La puerta del antepecho es una tradicional, doble en madera con persianas operables a través de un póstigo o portezuela. La casa mantiene su loseta criolla de hormigón prensado en patrones geométricos simples. Este material de piso, hecho con cemento y arena fina y tinteado por estarcido cuando casi seco, es muy duro y capaz de resistir más de 80 años con muy poco mantenimiento.
Apartamentos Art Deco de 3 niveles, calle de Diego
El estilo Art Deco, tan usado en este sector de la capital entre 1930 y 1950, consistía del empleo de adornos hechos con formas geométricas simples pero aplicados con gran exuberancia. A su vez se le daba continuidad a conceptos de diseño derivados de las tradiciones anteriores, tales como el uso del orden y simetría en las fachadas, y el empleo de alturas de plafón generosas con el fin de disipar el calor de los interiores de los locales comerciales y apartamentos. Igualmente se reconoce la calle con la presencia de puertas múltiples de acceso a la calle en los locales, y la abundancia de balcones en los apartamentos de los dos niveles superiores. El vestíbulo de escalera, aunque tratado con austeridad ornamental, es generoso y bien dispuesto. La avenida de Diego a la cual abre este edificio fue durante los años 1920 a 1970 una de las avenidas más elegantes y agradables de la ciudad, sirviendo como enlace entre el camino (hoy calle) de Loiza, el área este del Condado, y la parte más céntrica de Santurce.
Antigua Tienda Bellas Hess, Avenida de Diego
Edificio comercial diseñado por Henry Klumb a mediados de la decada de 1950, trata de incorporar principios bioclimaticos tropicales como ventanas recesadas y aleros de sombra a un diseño hecho en los albores de la tradición funcionalista del Movimiento Moderno en arquitectura. El vestíbulo de entrada reconoce la leve irregularidad del solar (no es perfectamente rectangular). Elementos del estilo del arquitecto son reconocibles, tales como las columnas redondas y las siluetas horizontales del edificio. Este es uno de pocos edificios concebidos por Klumb dedicados el comercio. El solar ha sido reconocido como un lugar de interés histórico por el Municipio de San Juan y se le ha dado la clasificación de CR-H (protección de recursos históricos) en su plan de ordenación territorial, por radicar aquí un edificio que representa la obra de un maestro de la tradición culta de la arquitectura.
Hospital Mimiya
Edificio levantado alrededor de 1935 bajo diseño del arquitecto Carmoega, presenta un reconocimiento de su difícil condición de esquina ocupando un filo donde la calle Candelaria se une con la De Diego. Se enfatiza la esquina con las exuberantes decoraciones moldeadas, hechas al estilo español, concentradas a la altura del "nivel noble" (segundo) y la obra escultórica en los arcos del primer nivel. Desde la calle de atrás puede verse ornamentación en el remate del cuarto nivel, con un geometrismo de sabor modernista-catalán. Tanto este edificio como su anexo parecen estar en excelente condición estructural a pesar de años de abandono. También puede apreciarse el puente de metal que conectaba con una casa de apartamentos de la calle Candelaria que fuera reconvertida en anexo del hospital. Al igual que el antiguo Bellas Hess, el edificio principal del hospital en la esquina de Candelaria y De Diego está clasíficado como CR-H – protección de recursos históricos – por el plan de ordenamiento territorial del Municipio de San Juan.
Casa de apartamentos de tres niveles, calle Mandry 1507
Construída alrededor de 1935 a 1940 presenta una alta eficiencia y calidad en proveer alojamiento a varias familias y a su vez encajar con un tamaño y escala adecuadas a una calle vecinal sin salida. Mantiene principios tradiciónales como plafones altos, balcones y balconetas hacia la calle y hacia el patio de entrada, y el uso de detalles tradicionales como loseta hidráulica de hormigón ("losa criolla") de alta calidad y elementos decorativos geométricos sencillos y bien ubicados alternados con obra en hierro primorosa y el uso de teja española en los aleros con el fin de dar acento de textura y color a la fachada y a su vez presentar una identidad hispana en momentos en que Puerto Rico se había sometido a fuertes procesos de americanización y "modernización", por lo cual estos remedos estilísticos expresan una cultura de resistencia alusiva a un pasado gallardo (aunque no fuera realmente esa la historia). Los apartamentos superiores se acceden por una escalera ubicada en la parte central de este edificio fuertemente alargado hacia el fondo de su solar. Tiene tres apartamentos hacia el frente y otros tres hacia atrás. Debe notarse que la orientación norte-sur del inmueble permite aprovechar de manera especial las brisas prevalecientes. Las paredes son tratadas como superficies perforadas por ventanas que en su origen eran dobles de madera con persianas, como las vistas desde nuestra tradición colonial.
Casa de dos niveles en la calle Mandry
Esta representa un refinado estilo de revival español muy representativo de un tipo de residencia levantado en muchos lugares de Santurce y otras partes de la ciudad. No por eso desmerece su merito como solución sensitiva a su localización. La casa presenta dos niveles capaces de funcionar independientes entre si, con balcones y galerías forrando los lados norte (frente) y oeste (derecha entrando) para distribuir la circulación entre las habitaciones. La casa rectangular a su vez se distribuye por dentro en dos módulos de ancho, uno de ellos para las habitaciones y el otro para albergar los espacios de sala-comedor-cocina, así entroncando con una tradición vernácula aun persistente en la época aproximada en que se construyó (1940 a 1950). La calidad del hierro en parte de las barandas y balcones es exuberante y de lo mejor de su época. Esta casa a diferencia de otras tiene un modesto patio frontal ya que es más baja al frente y emplea este patio para obtener un grado de privacidad. El piso es de loseta criolla.
Casa de madera en la calle Mandry
Posiblemente anterior a 1930, esta casa nos retrotrae a la época de consolidación de los pobladores de esta parte de Santurce. Con un cuadro estructural de pino resinoso, que ha resistido admirablemente el olvido, presenta una planta rectangular y un techo compuesto de cuatro aguas o vertientes. Estos tipos de techo tienen una larga tradición en Puerto Rico y el Caribe por ser, gracias a su geometria, más resistentes a vientos fuertes. No es una casa ornamentada, más bien se impone por la sobriedad de sus proporciones y su silueta. Sin embargo, las palometas de los aleros se ven excelentemente terminadas, reconociendo que tienen algo más que la función de aguantar los extremos del techo. Esta casa es de dos módulos de ancho con el área de sala-comedor cocina hacia el oeste (derecha) y los dormitorios hacia el este (izquierda), disposición que permite refrescar estos últimos para la noche y hacer que el sol matutino ayude a levantar a sus moradores. Hacia la parte posterior, visible desde callejones de la calle Antonsanti, puede apreciarse un volumen añadido a manera de colgadizo, forma usual de ampliar estas viviendas con techos inclinados. Esta casa tiene todos los elementos representativos del vernáculo tales como los plafones altos, el cielorraso (espacio entre el plafón horizontal abajo y el techo inclinado de acero corrugado, el cual sirve como espacio aislante del calor), la presencia de un balcón hacia la calle Mandry y el uso de madera de chanfle, tablas perfiladas por sus bordes para que solapasen de una manera que la humedad no pudiera entrar al llover.